Pasadas las 10 de la noche del miércoles 5 de julio se reportó una fuerte explosión en el barrio La Macarena de Bogotá. Se trataba de un ataque contra un motel de Fontibón
que, según las primeras hipótesis, obedeció a una retaliación por el no pago de extorsiones.
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Al estallar, el artefacto causó daños en la fachada y dejó herido a un trabajador del sitio conocido como Elysium. Este hombre se desempeña como guarda de seguridad del edificio.
Tras la explosión en el motel de Fontibón, la víctima fue trasladada al centro médico que queda a unos metros del sitio del atentado. Por fortuna, las heridas fueron leves y el empleado fue dado de alta, según confirmaron las autoridades.
En cuanto a la investigación para dar con los perpetradores, el teniente Héctor Rodríguez señaló que “seguimos con el proceso de investigación, donde por medio de cámaras, damos con la trazabilidad de esta persona que arroja el artefacto explosivo y posteriormente su ruta de evacuación”.
Según reseñó Blu Radio , se maneja la hipótesis de que este ataque está relacionado con extorsiones, como se mencionó anteriormente. No obstante, también se baraja la posibilidad de que el propietario del motel de Fontibón tuviera deudas con un grupo delictivo y los delincuentes hubieran recurrido al atentado para presionarlo.
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Por ahora las autoridades se centran en imágenes de cámaras de seguridad, las cuales evidencian a un sujeto huyendo en motocicleta.
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Así fue el otro ataque con granada a un bar en Bogotá
Hace menos de una semana se presentó una situación similar a la acontecida en el motel de Fontibón. En dicha oportunidad los delincuentes lanzaron una granada contra un bar localizado en el barrio Venecia, de la localidad de Tunjuelito, sur de Bogotá.
Este atentado también fue cometido por delincuentes en moto que activaron el artefacto y causaron, por fortuna, solo daños materiales.
Entre las líneas de investigación también se cree que son grupos extorsionistas los que están detrás del hecho y que están recurriendo a estas retaliaciones contra quienes no les pagan las llamadas 'vacunas'.
Por ahora no hay detenidos por ninguno de los dos hechos.