Ante la JEP, el exmiembro de las FARC Julián Gallo aceptó de viva voz la responsabilidad en el caso del magnicidio de Álvaro Gómez hurtado y reveló por qué ordenaron su muerte.
“Como la persona que tuvo bajo su responsabilidad los debates en el Senado de la República, en la década de los 60, que permitieron el desarrollo y la generación de lo que fue la ofensiva militar por parte del Estado, que le dio origen al alzamiento armado de las FARC”, dijo Gallo también conocido como Carlos Antonio Lozada.
Los magistrados de la JEP cuestionaron cómo las FARC se fijaron en Gómez Hurtado cuando ya habían transcurrido más de 20 años de los debates.
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“Esto tiene que ver más con el desarrollo de la capacidad operativa militar de la red urbana, las razones por las cuales se realizan esos operativos muchos años después. Lo otro es que, contrario a lo que se cree, esas decisiones no se toman porque hubiese un esfuerzo sistemático y dirigido a golpear específicamente a esas personas”, aseguró.
El excombatiente explicó por qué en su momento no se adjudicaron estos hechos.
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“Para qué las FARC se van a poner a asumir la autoría de un hecho que claramente estaba generando unas profundas contradicciones dentro del Estado colombiano; dentro de la propia clase política con la cual estábamos nosotros en confrontación”, subrayó.
Gallo dijo que el frente urbano Antonio Nariño bajo su mando actuó de forma cerrada con cuatro comandos y reveló quién dio la orden.
“En ese momento el secretariado (de las FARC) estaba conformado por Manuel Marulanda Vélez, Alfonso Cano, Raúl Reyes, Jorge Briceño, Timoleón Jiménez e Iván Márquez", dijo.
En la diligencia, el exguerrillero manifestó que las FARC ordenaron la muerte del general Fernando Landazábal Reyes por considerarlo enemigo de la insurgencia y la del negociador de paz Jesús Antonio Bejarano del que dijeron se atravesó en el proceso.
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En la declaración señaló que están documentando la autoría de otros crímenes.