Tras su tormentosa salida de la compañía, el exgerente de EPM Álvaro Guillermo Rendón López habló con Noticias Caracol para explicar la ruptura en las relaciones con el alcalde de Medellín, Daniel Quintero , quien lo llevó al cargo y un año después lo declaró insubsistente.
Según Rendón, hubo un “deseo de involucrarse en la organización tratando de pasarse el gobierno corporativo”.
“El alcalde (Daniel Quintero) no ha entendido esa parte y da tratamiento (a EPM) como si fuera una secretaría de despacho”, señaló el exfuncionario.
A pesar de superar junto al alcalde momentos críticos, como la renuncia de la junta directiva de EPM al darse a conocer la billonaria demanda contra los constructores de Hidroituango, por las fallas en los diseños y desarrollo de obras, hubo un momento clave en el distanciamiento de su relación.
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“Sobre el final del año, decidió permear la organización a través de María Camila Villamizar y empezó a tomar posición en algunos temas”, dijo Álvaro Guillermo Rendón.
María Camila, dijo, es la secretaria privada de la Alcaldía de Medellín, nombrada por el alcalde.
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Esto lo habría hecho “acompañando al alcalde a las juntas, luego a los comités y empezó a darle instrucciones al personal de la organización”, denunció Rendón.
Pero más grave aún es que “intervenía mis reuniones privadas, que no podía porque hay una autonomía, interrumpía mis reuniones para involucrarse en ellas”.
El exgerente recuerda una fecha en particular: “El 8 de enero estábamos hablando del proceso de conciliación, él me dice que cuando me llamara María Camila Villamizar, era como si él fuera el que llamaba, que la tenía que atender”.
Además, indicó sobre una supuesta intromisión de esta persona en los procesos de selección de personal para las filiales de EPM en el Caribe.
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“Se adelantaron dos procesos de selección (…) suspendió dos procesos de selección objetivos que se habían hecho al personal solo informándole al alcalde y no al gerente, el alcalde paró esos dos procesos, generó en mi escozor, pero los procesos deben continuar”, explicó.
“La señora Camila Villamizar mandaba unas hojas de vida, se le olvidó que allá son procesos, yo no ´podía ni nombrar mi asistente personal, bastó recordar esa situación y se generó una molestia porque sentía que le estaba quitando la posibilidad de involucrarse en la organización a María Camila Villamizar”, dijo.
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“Estaba tomando mucho poder interno, sentí peligrar mucho esa autonomía, ella tuvo que retrotraerse y permitir que saliéramos adelante en los proyectos. Fue una amenaza de intervenir la empresa a través de ella”, denunció.
Por último, negó que haya firmado una adenda para favorecer a constructores de Hidroituango, algo de lo que lo señaló Quintero.
“Es una investigación que inició Camila Villamizar a mis espaldas, no tengo que ver en eso, se inició en 2018. Con facultades delegadas en el del vicepresidente de proyectos William Giraldo, en esa época y antes de la contingencia, Camargo Correa intentó hacer una división de una de sus empresas, se le notificó al grupo (EPM) y este no dio respuesta oficial. Vino la contingencia y eso quedó congelado, Camargo Correa creyó que se había aceptado esa división, se les hizo la señal y la modificaron, ayer junta revisó esas líneas, que se volverá un documento formal y esto reduce todo”, dijo sobre la fallida apuesta de la empresa brasilera.