Es crítica la situación de seguridad en Tuluá,
Valle del Cauca, tras ataques que dejaron dos personas muertas, dos heridas -entre ellas un menor de edad- y la quema de por lo menos siete vehículos. Uno de los dueños de esos carros, un taxista, habló con Noticias Caracol de lo que ocurrió.
El conductor relató que recogió a “una muchacha y cuando menos pensamos me salieron y me encañonaron”.
“Gracias a Dios, no me pasó nada a mí. Las cosas materiales se consiguen”, dijo mientras miraba su vehículo incinerado en frente de las piscinas olímpicas de Tuluá.
Las acciones terroristas empezaron en horas de la tarde del sábado 10 de febrero con el asesinato de un agente de tránsito identificado como César Augusto Hernández, de 51 años. Otro agente, John Alexander Castaño, de 44 años, quedó gravemente herido.
Según las autoridades, los hechos ocurrieron después del traslado de alias Nacho, cabecilla de la banda delincuencial La Inmaculada, a Bogotá.
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Al llegar la noche, un grupo de personas fue atacada con armas de fuego en el corregimiento de Aguaclara, zona urbana del municipio. En el ataque un ciudadano murió y otros dos resultaron heridas, entre ellos una menor de edad.
A las ocho de la noche, en el barrio La Esperanza, un carro de servicio público fue incinerado. Minutos más tarde, seis vehículos también fueron quemados en diferentes puntos de la población.
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Para Fabio Saavedra, habitante de Tuluá, “este pueblo está en la situación que está por los malos gobiernos, las malas administraciones y dejan al pueblo a los delincuentes. Es cosa de todo el país”.
Noticias Caracol llegó a la vivienda de César Augusto Hernández Londoño, el agente de tránsito asesinado. El lugar está abandonado. Los vecinos del sector dijeron que los familiares salieron del municipio por miedo.
¿Hay ausencia del Estado en Tuluá?
El director de la Policía Nacional, general William Salamanca, arribó al municipio donde se realiza este domingo 11 de febrero un consejo de seguridad.
El oficial reiteró que lo que pasó “es una retaliación” de la banda La Inmaculada por las capturas de sus cabecillas Mauricio Marín Silva, alias Nacho, y su hermano mayor, Felipe Marín Silva, alias Pipe Tuluá.
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Sobre el presunto abandono del Estado, el general Salamanca lo negó y sostuvo que “podemos mostrar resultados con la institución a mi cargo”.
Denunció, además, que “estos cobardes delincuentes están instrumentalizando menores” en Tuluá.
El general William Salamanca, director de la Policía, se refirió a la situación de orden público en Tuluá, Valle del Cauca: "Estos cobardes delincuentes están instrumentalizando menores".
— Noticias Caracol (@NoticiasCaracol) February 11, 2024
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Entre tanto, las agencias federales de Estados Unidos abrieron una investigación para llevar a los cabecillas de La Inmaculada a responder ante las autoridades de ese país.
¿Quién es alias Nacho?
La Inmaculada es también conocida como la Oficina de Tuluá. Es un grupo delincuencial dedicado a la extorsión, sicariato, microtráfico y narcotráfico. El pasado viernes 9 de febrero, la Policía Nacional capturó en la vereda El Guayabal, del corregimiento San Lorenzo, en zona rural de Tuluá, al que era el máximo cabecilla de La Inmaculada, alias Nacho.
Lo curioso es que el cabecilla ya había pagado condena. En diciembre de 2019 se entregó a la justicia, pero en 2022 fue dejado en libertad por vencimiento de términos y volvió a delinquir.
Retomó el control del grupo criminal junto a su hermano mayor, alias Pipe Tuluá, quien también fue capturado y se encuentra preso en La Picota de Bogotá.
Es así como las autoridades han capturado a los cabecillas de primer y segundo nivel de La Inmaculada y serían sus sicarios y expendedores los responsables de la oleada de violencia en Tuluá
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Alias Nacho fue trasladado a Bogotá y permanece en las salas de capturados de la Dijín de la Policía, luego que un juez de control de garantías le diera medida de aseguramiento.