Algunos alcaldes se han ofrecido a brindarles albergue a los ciudadanos afganos que llegarán a Colombia, luego del acuerdo establecido con Estados Unidos. La medida es vista como una apuesta del Gobierno Duque para afianzar su relación con Washington.
El presidente Iván Duque reiteró algunas de las condiciones del albergue.
“Estados Unidos va a coordinar con nosotros la llegada de personal afgano, ellos van a sufragar todos los costos de su estadía, que será temporal, porque estas personas van a llegar a los Estados Unidos a regularizar su situación migratoria y además son personas que ya han trabajado con los Estados Unidos”, dijo.
Mientras se definen los detalles para los afganos que llegarán a Colombia, hay mandatarios de ciudades capitales que expresaron su solidaridad para acogerlos.
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“Esta es la ciudad de quien lo necesite, estamos dispuestos y listos para trabajar tanto con la embajada de los Estados Unidos, como con el Gobierno nacional en este tema”, expresó la alcaldesa de Bogotá, Claudia López.
Por su parte, el mandatario de Barranquilla, Jaime Pumarejo, manifestó “que nosotros simplemente vamos a ser unos buenos ciudadanos del mundo, humanitarios, y vamos a acompañar eso”.
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Jorge Iván Ospina, alcalde de Cali, dijo que “en el acompañamiento nacional e internacional podríamos constituir los albergues, los espacios, dar el afecto, la fraternidad, la solidaridad que este pueblo hoy necesita”.
Entretanto, el analista internacional Mauricio Jaramillo señaló que con los ciudadanos afganos que llegarán a Colombia se “abren las puertas para que haya una política migratoria de Estado, que no esté al vaivén de los gobiernos de turno”.
Otro experto, Alejandro Rayran, cuestionó “si ese cambio también incluye en que Colombia, por temas de cooperación, recibirá migrantes de los conflictos en los que Estados Unidos ha estado involucrado, pero Colombia no”.
La nación suramericana, por su ubicación, es un lugar estratégico para el paso de migrantes, como viene ocurriendo con ciudadanos haitianos que buscan atravesar el Tapón del Darién en la frontera con Panamá.
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Esta es la primera vez que el país recibe de manera formal a refugiados de un conflicto externo.