Después de horas de angustia, nativos y turistas de la isla de Barú, en Cartagena, lograron apagar con agua del mar las llamas que consumieron varias cabañas.
Los comerciantes rebuscaban entre las cenizas para intentar salvar algo, pero solo quedaron unos troncos de pie y algo de “hierro, que ya no sirve, la verdad que todo cayó”, dijo una de las afectadas.
Según ella, lo ocurrido en la noche del miércoles “es un atentado, ya van tres atentados que han hecho contra nosotros y la Alcaldía no nos resuelve nada”.
“La primera vez fue allá a los lados de La Puntilla, la segunda vez fue aquí. He vivido dos veces la quemazón”, agregó.
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Otro de los comerciantes ratificó lo dicho por su compañera y, con documento en mano, dijo que “pa’ terminarnos de joder, aquí está el documento que dice que estamos en predios de una propiedad privada y cada que aparece este documento aparece una quemazón. Eso significa que nos están atacando”.
Los comerciantes y habitantes de la isla de Barú piden que se construya una estación de Bomberos en Playa Blanca, donde la angustia crece por las pérdidas económicas que son producidas por la destrucción de sus negocios.
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En seis meses se han reportado dos incendios.