El próximo sábado se reanudarían las labores de desminado humanitario en la vereda El Orejón, del municipio de Briceño, luego de verificar los protocolos de seguridad para evitar que se repitan incidentes, como el que dejó muerto al soldado profesional Wilson de Jesús Martínez, esta semana.
Pese al reinicio de las actividades, el gobernador de Antioquia, Sergio Fajardo Valderrama, manifestó su preocupación ya que a la administración departamental la han tenido al margen del proceso y pidió reevaluar la estrategia de desminado para evitar nuevos accidentes que comprometan la vida de las personas.
“Eso es un tarea que ha hecho el Gobierno Nacional con las FARC y la comunidad internacional, nosotros no participamos en nada diferente en apoyar si se necesita algo, pero no hemos sido invitados a participar en eso. Pero obviamente tienen que revisar el procedimiento”.
Los habitantes de la vereda El Orejón también se suman a las peticiones del Gobernador. Para ellos es prioritario que el desminado humanitario avance, pero sin riesgos.
“Es muy lamentable, muy triste, porque son los seres que están arriesgando la vida por nosotros en ese desminado. La alegría es que salgan las minas, pero no que pasen esos hechos”, dijo Fabio Muñoz, habitante del sector.
La vereda Orejón tiene cerca de cien pobladores y según los datos reunidos por la comisión de desminado en ese sitio hay por lo menos 30 minas antipersonal por cada habitante.
Desminado en Urrao no será posible
Para el comandante de la Séptima División del Ejército, General Leonardo Pinto, no están dadas las condiciones de seguridad para implementar un desminado de emergencia en la zona rural de Urrao como lo había solicitado la Gobernación de Antioquia.
Además, se ha verificado que en el sitio los frentes 5 y 34 de las FARC siguen sembrando minas.
“El desminado humanitario tiene que hacerse cuando no hay conflicto, donde ya no hay presencia de grupos armados. Eso tiene unos pasos y estudios técnicos y se tiene que ir registrando metro a metro el terreno para hacerlo”, explicó Pinto.
Este viernes llegarán nuevas ayudas humanitarias al resguardo Majoré, de Urrao, donde 385 indígenas están desplazados por la presencia de campos minados y las amenazas guerrilleras.