A falta de manos y pies, Luis Taborda, tiene a Mildrey Dayana Tamayo, su novia. Por un accidente con electricidad, a sus 27 años, perdió las cuatro extremidades. Su mayor sueño es conseguir un empleo y terminar los estudios.
“Me ha dado muy duro. Perder las extremidades es una pérdida muy grande, pero sé que con ayuda de Dios saldré delante”, cuenta Luis Taborda.
Después de que le amputaran las manos y los pies, conoció al amor de su vida, Mildrey Dayana, quien con paciencia lo carga al hombro para ayudarle a hacer las rutinas diarias.
“Muy tierno, muy adorable. Yo lo ayudo, yo lo cargo, lo muevo en sillas de ruedas, en el momento no puedo porque yo estoy muy enferma, los pies no me dan y él ya se sube solito y se baja solito”, comentó la mujer.
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“Ella ha sido un apoyo sentimental muy grande porque sin ella yo estaría en un abismo de depresión”, dijo el hombre.
Luis no la ha tenido fácil. Desde muy pequeño se la ha guerreado para sacar a su familia adelante. Pese a que el destino le arrebató lo que para muchos es fundamental, él anhela conseguir un trabajo y hasta emplear gente.
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“Volver a sentir como ese amor por el trabajo, pues ayudar y también estar bien porque la realidad uno así en esta situación a uno le da por estar bien y conseguir un empleo, pero así se me hace muy difícil, pero no imposible”, manifestó.
Luis habita en una humilde casa del barrio Santo Domingo, en Medellín. Un pequeño hogar que lo ha visto derramar lágrimas incontables. Aunque tiene una vida por delante, en este momento, todo ha sido complejo.
“Hay que saber valorar la vida y que puedo salir adelante. Ante todo, por más tragedia que haya pasado, todo se puede, todo es voluntad”, expresó.
Luis piensa dar la batalla para cumplir sus sueños, su fuerza de voluntad lo puede todo. Le sobra amor y esa es la mejor medicina que puede recibir quien quiere llevarle la contraria a lo que se considera imposible.