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La última pista que tienen las autoridades del hombre acusado de asesinar a su hijo en un hotel de Melgar se da en torno a ese establecimiento. El domingo, hacia las 10:30 de la noche, ingresó con el pequeño Gabriel Esteban Cubillos .
Mientras un funcionario revisaba la documentación para asignarles una habitación, el niño se distrajo con un acuario que está en la recepción. Le preguntaba a su padre cómo se llamaba cada uno de los peces, según personal del sitio, que confirmó, además, que el hombre siempre se vio amoroso con su hijo.
Después de 10 minutos les asignaron la habitación 205, donde más tarde ocurriría el macabro desenlace.
Ni personal ni otros residentes escucharon gritos, llantos o ruidos que pudieran evidenciar un caso de violencia.
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A las 7:10 de la mañana del siguiente día, lunes 3 de octubre, el señalado homicida abandonó el Hotel del Rey en busca de desayuno, según le dijo a un funcionario que estaba en la entrada.
Desde ese momento se perdió el rastro del sujeto, quien desapareció camino a la zona de restaurantes en el municipio de Melgar.
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