La obra cumbre de Gabo ya camina por fuera de las páginas del libro. Netflix reveló las primeras imágenes de la serie Cien años de soledad, que relata cinematográficamente la historia de la familia Buendía y de un pueblo que el mundo entero conoce en la imaginación: Macondo.
Las breves escenas divulgadas por los productores de la serie ya dan pinceladas mágicas del acontecer de la historia.
Aureliano Babilonia descifra los pergaminos de Melquíades donde estaba escrita la historia de la familia hasta el último de su estirpe. Aureliano Buendía, el primer ser humano que nace en Macondo, espera la orden de su fusilamiento.
Sus padres, Úrsula Iguarán y José Arcadio Buendía, habían cruzado la sierra, y a orillas de un río de piedras como huevos prehistóricos, fundaron el pueblo.
Ese era el primero de los Macondos que construyó Netflix para contar la historia: el Macondo de las casas de barro y cañabrava. Después vino otro Macondo, el que recorrimos en Alvarado, Tolima, el de los años de la prosperidad.
Arquitectos, ingenieros, productores, artesanos y todo tipo de profesionales armaron y decoraron el pueblo, con almendro en la plaza, con tienda de abarrotes, con farmacia como las que tuvo el papá de Gabo, con oficina de corregidor y hasta con quinta avenida, la llamada Calle de los Turcos.
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Las quinientas personas que levantaron Macondo no le quedaron debiendo nada a la obra literaria. Lo recrearon, incluso, con bar del pecado, hotel de Jacob y templo de la oración.
Levantaron la mansión de los Buendía en 800 metros cuadrados, a imagen y semejanza de la casa que pintó Gabo en la novela, con cocina de dos hornos donde Úrsula hacia los animalitos de caramelo, con comedor de doce puestos y con jardín de las begonias. Y en el centro, el árbol de castaño, fabricado por expertos artesanos, donde habría de terminar amarrado el patriarca de los Buendía desde los días en que perdió el juicio.
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Cien años de soledad espera ver la luz en Netflix antes de terminar el 2024, como el gran lanzamiento cinematográfico del año. El pueblo y el primer anticipo deslumbran. Los amantes de la novela, que son millones en el mundo, también esperan que la historia, por fuera de las páginas inmortales, también deslumbre.