Estas son las millonarias coimas que ‘Papá Pitufo’ habría dado a policías para su operación ilegal
Según testimonios de Peter Steven Nocua, exdirector de la Policía fiscal y aduanera de Cartagena, alias Papá Pitufo habría asignado un sueldo de 130 millones de pesos mensuales al más alto nivel de mando en la jerarquía policial.
Desde que estalló el escándalo de Diego Marín, alias Papá Pitufo
, se ha conocido cómo los tentáculos de su operación de contrabando habrían permeado a varios funcionarios públicos y las millonarias coimas que les entregaba a cambio de no torpedear sus operaciones ilegales.
En un documento de 17 páginas, conocido por Noticias Caracol, Peter Steven Nocua, exdirector de la Policía fiscal y aduanera de Cartagena, relató a la Fiscalía detalles sobre las actividades criminales de alias Papá Pitufo.
Además, reveló los millonarios montos que, presuntamente, fueron utilizados para sobornar a altos oficiales de la institución.
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Según la denuncia, Diego Marín habría asignado un sueldo de 130 millones de pesos mensuales al más alto nivel de mando en la jerarquía policial.
Allanan casa de 'Papá pitufo' en el norte de Bogotá.
Noticias Caracol
De otro lado, los presuntos sobornos por cada contenedor que ingresaba a los puertos del país alcanzaban montos millonarios, oscilando entre 60 y 155 millones de pesos.
Las ganancias ilícitas para los funcionarios y uniformados involucrados en la organización criminal eran considerables, dado que, cada mes, ingresaban al menos 40 contenedores con mercancía de contrabando.
La denuncia advierte que, supuestamente, inteligencia de la Policía le habría proporcionado a Marín recomendaciones para evadir interceptaciones. Entre estas, se incluía el uso de aplicaciones como ‘silent phone’ y ‘cellcrypt’ para comunicarse, así como el cambio frecuente de teléfono, en un lapso no mayor a cuatro meses. Todas las conversaciones fueron entregadas a la Fiscalía.
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En las declaraciones de Nocua a la Fiscalía, la organización de contrabando le habría asegurado que no existía riesgo debido a que gran parte de la planta de inteligencia, según él, estaba del lado de Marín.
El documento también mencionó el papel del subintendente Álvaro Galvis, quien, a los ojos de Marín, era un hombre de confianza, pero no gozaba de la misma credibilidad ante alias Millos, mano derecha del contrabandista.
Esta situación desató una guerra interna dentro de la organización. Meses después, según la denuncia, Galvis habría sido blanco de atentados ordenados por Marín.