De noche o de madrugada, habitantes del barrio Prado Vegas en el municipio de Soacha , Cundinamarca, se sienten presos del hampa.
Ladrones armados aprovechan la oscuridad para atracar al que vean, razón por la cual los ciudadanos se unieron para crear un frente de seguridad.
De hecho, ya quemaron lo que ellos consideran guaridas de los delincuentes.
Y no solo es la Policía la que, dicen ellos, los tiene olvidados. También tuvieron que unirse para construir un puente que les permita atravesar un caño.
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“Estamos cansados de que nos estén robando, estamos cansados de que la inseguridad sea el pan de cada día”, afirmó uno de los líderes que encabeza el grupo antiladrones.
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