Las imágenes de una capa blanca en medio de unpequeño caudal que atraviesa el municipio de Mosquera, Cundinamarca, sorprendieron al país y le dieron la vuelta al mundo. Lo que parecen inofensivas nubes son en realidad un cúmulo de residuos tóxicos que flotan por doquier.
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“Hace muchísimo no dragaban acá, no se limpiaba y empezó a salir. Muchos lo ven a veces bonito, divertido, pero tiene muy mal olor. Donde cae, cae como grasa que es difícil de quitar”, señala Luz Mariela Gómez, presidenta de la Junta de Acción Comunal vereda Los Puentes.
Doña luz lleva toda su vida viviendo en esta pequeña vereda, prácticamente creció en medio de la contaminación que emerge del afluente y que ahora se ve en el aire como pompas de jabón. Aquellas a las que la comunidad le huye y ya empiezan a generar impacto en la vida de los habitantes de la zona.
Como dice doña Luz “esto no es nuevo” y tampoco se trata de un hecho que vivan solo los habitantes de Mosquera. Fernando Eli Romero, geólogo de la Universidad Nacional, ha estudiado con lupa el tema, que parece ser común en el altiplano cundiboyacense.
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“El problema de las espumas necesita un tratamiento serio, principalmente por parte del Estado, que limpie las aguas a través de procesos industriales”, dice Romero.
Aquí lo preocupante es que las causas son externas y al parecer prevenibles.
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“Somos la cuenca baja del río, y desde la cuenca alta del río obviamente se generan detergentes, grasas, químicos que se le aplican a los cultivos que tenemos en las fincas rondantes y obviamente viene a desembocar aquí en el espejo de agua”, indica Sergio Valero, director de gestión del riesgo de Mosquera.
Para los expertos serían dos los factores que causan esta tragedia ambiental: el mal manejo de compuestos químicos en su mayoría derivados de detergentes usados en la industria agropecuaria y en las mismas residencias, y la planicie que impide una rápida circulación del agua.
“Es como cuando revuelves el agua y se genera la espuma en un jabón tal cual es lo que pasa en el río. Si esa espuma no puede seguir fluyendo por el río y empieza acumularse, viene el viento y se lleva esa espuma, llega por disposición directa a las personas”, señala Luis Camacho, profesor de la Universidad de Los Andes.
¿Qué responde la CAR sobre la espuma tóxica en Mosquera?
La Corporación Autónoma Regional tiene claro que la causa son los residuos químicos provenientes de las zonas industriales cerca del río, una causa que no es nueva y a la que parece faltarle una solución definitiva.
“Por supuesto que la espuma no sale de la nada y que alguien tiene que estar afectando el recurso agua en este sector y nuestra tarea es una vez que las identifiquemos proceder a aperturar unos (procesos) sancionatorios ”, manifesta Luis Fernando Sanabria, director de la CAR.
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La explicación del actual director de la CAR es que el fenómeno llevaba un tiempo largo sin presentarse.
“En el periodo de nuestra administración es la primera vez que se presenta”, asegura Sanabria.
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Luego de una semana de intervención el tamaño de la espuma ha disminuido significativamente y, según las autoridades, se espera que este lunes ya no exista ninguna huella de este residuo tóxico.
“Primero retirar el buchón, segundo esa cascada que hay convertirla en un deslizamiento”, agrega el funcionario.
Por ahora resta esperar las acciones de la CAR para ver si se encuentran los focos de contaminación y se logra superar una crisis que, como dicen los pobladores de Mosquera, tiene una historia de muchos y largos años.