Este martes, 30 de abril de 2024, fueron rescatados los cadáveres de los nueve militares que murieron en el accidente de un helicóptero MI-17 del Ejército en el sur de Bolívar.
Sus restos permanecen en Medicina Legal en Bucaramanga, antes de ser trasladados a sus lugares de origen, donde les rendirán honores militares.
Los cadáveres fueron transportados por vía aérea hasta el batallón de la Quinta Brigada en Bucaramanga. “Estamos poniendo a disposición de la división y poniendo a disposición de la brigada todo lo que necesiten para que se hagan los procedimientos lo más rápido posible y las familias tengan a sus seres queridos para que les puedan hacer la despedida que ellos merecen”, sostuvo Juvenal Díaz, gobernador de Santander.
Uno a uno de los féretros ha llegado en carroza fúnebre hasta el centro de Medicina Legal de la ciudad, que es vigilado por soldados del Ejército.
“Cada cuerpo será enviado, normalmente lo que se hace, al municipio o a la ciudad de origen y las unidades respectivas de esa área harán los honores militares a cada uno de estos héroes”, señaló el gobernador de los santandereanos.
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¿Quiénes fueron las víctimas del accidente?
Estas son las identidades de los militares fallecidos
en el accidente del helicóptero del Ejército:
- Teniente coronel Jesús David Carvajal Rangel.
- Mayor Edward Andrey Espinosa Rodríguez.
- Sargento viceprimero Diego Ramírez Bahamón.
- Sargento Segundo Michael Villanueva Mancera.
- Cabo primero Cristian Ordóñez Caicedo.
- Cabo tercero Jhon Arlen Olea Palmera.
- Soldado profesional Sman Sanabria Guerrero.
- Soldado profesional Jesús Montalvo Arroyo.
- Soldado profesional Yeisson Mendoza Méndez.
Las familias de los militares que fallecieron recordaron que estos soldados murieron amando lo que hacían. A pesar de que la hipótesis del accidente es el mal tiempo, no les deja de preocupar el mantenimiento de los helicópteros del Ejército.
¿Cuáles son las percepciones de los familiares de las víctimas?
La historia de amor y pasión por lo que hacía la escribía día a día el mayor Edward Andrey Espinosa Rodríguez. En lo más alto del cielo, su sonrisa despertaba una inmensa sensación de alegría, aquella que le transmitía a la tripulación que le fuera asignada.
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“Estaba muy contento, ya llevaba unos cuatro o cinco años volando y se sentía feliz en su trabajo”, contó Norberto Espinosa, papá del mayor Espinosa.
La familia del mayor Espinosa, quien, pese a esa felicidad que irradiaba en su trabajo, en los últimos días le había manifestado a su familia una preocupación: el mantenimiento de las aeronaves.
Así lo cuenta su padre: “Ya estaban al límite de las horas de vuelo, quedaban creo que cuatro. El resto estaban todos ya pasados de las horas de vuelo y (él) estaba muy preocupado”.
Esta misma preocupación fue transmitida por el cabo primero Cristian Ordóñez a su esposa, Catherine Hernández, quien habló con Noticias Caracol Ahora.
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“Él me dijo que en la máquina que estaba volando tenía algunos daños. El mantenimiento se lo hacían, pero esas máquinas ya están mandadas a recoger. Si hace como un mes hacen un reportaje, mandan a investigar y siguen, la gente sigue trabajando, ellos siguen normalmente y no hay garantías para ellos de ninguna manera”, manifestó la mujer.
“Ojalá las investigaciones y todo lo que haya que hacer den los resultados”, concluyó Norberto Espinosa.
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Los nueve militares son recordados con orgullo por su trabajo, su calidez humana, su humildad, el amor por sus familias y compañeros, hombres que murieron haciendo lo que amaban.