En medio de una intensa angustia pasó la noche Licet Rivera, esposa de Lácides Roche, uno de los cuatro policías heridos en el atentado del pasado martes en zona rural de Bugalagrande, centro del Valle del Cauca.
Dice que no veía la hora de llegar desde su casa, en el corregimiento Robles, hasta Tuluá para ver al padre de sus hijos.
“Me llamó la sicóloga, me dijo que estuviera tranquila, que me iba a pasar a mi esposo, que estaba en la clínica, pero que estaba bien y que quería hablar conmigo. Una noticia muy dura, no pude dormir”, contó Licet.
A la clínica San Francisco de Tuluá, municipio cercano a Bugalagrande, fueron trasladados los uniformados que resultaron heridos en la emboscada. Todos están fuera de peligro y dos de ellos ya fueron dados de alta.
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“Los pacientes presentaban múltiples heridas por metralla, fueron valorados, se definieron que no estaban críticos en ese momento, continuaron en observación y seguramente serán dados de alta posteriormente”, aseguró Carlos Enrique Castellanos, gestor clínico del centro asistencial.
Las autoridades atribuyeron este atentado al grupo armado residual Adán Izquierdo de las disidencias de las FARC , que delinque en zona montañosa del corregimiento Chorrera.
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El coronel Jorge Antonio Urquijo, comandante de la Policía del Valle del Cauca, aseguró que ya se está realizando un trabajo articulado con las fuerzas militares y la Fiscalía General de la Nación.
“No debe quedar duda de que vamos a adelantar todas las actividades competentes y pertinentes para poner a los responsables de este hecho a disposición de las autoridades judiciales”, anotó.
Además de los heridos, como consecuencia del ataque terrorista murió el patrullero Jefferson Giovanny Garzón, de 25 años de edad y oriundo de la ciudad de Bogotá .
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