Luego de conocer la carta en la que cabecillas de la extinta guerrilla de las FARC pidieron por los secuestros que ese grupo cometió, familiares de los 11 diputados del Valle del Cauca, plagiados y luego asesinados, reaccionaron.
Cabe recordar que ellos fueron sacados de la sede de la asamblea, en plena sesión, en abril de 2002. Luego fueron montados a un bus y conducidos hacia una zona rural. Posteriormente, en junio de 2007, miembros del grupo al margen de la ley los ultimaron.
Para Jhon Jairo Hoyos, hijo de uno de los asambleístas que fue secuestrado, el perdón y la reconciliación son importantes.
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“A ellos les damos ese perdón. Esto por la reconciliación, por la paz y por la tolerancia en Colombia. No queremos que más familias pasen por el dolor de ver muertos a sus seres queridos”, sostuvo Hoyos.
Para Sebastián Arismendi, hijo de otro de los diputados asesinados, Colombia necesita reconciliación: “Este es un acto necesario para estar en el camino de perdón y reconciliación, esto es lo que el país tanto necesita”.
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Más allá del perdón y la reconciliación, las víctimas de este múltiple secuestro también claman por verdad.
Sigifredo López, el único sobreviviente de la masacre en la que murieron sus 11 compañeros diputados, pidió verdad a los actores armados que apagaron la vida de los asambleístas.
“No basta que se reconozca lo que fue, es necesario que digan la verdad, la verdad es la única medida para la reparación. Las víctimas nos la jugamos por la paz, hemos perdonado. Esperamos que con este requisito digan la verdad”, manifestó el sobreviviente.
Frente a este secuestro múltiple, el Consejo de Estado ordenó a la Nación indemnizar a los familiares de los 11 diputados del Valle del Cauca con 23 mil millones de pesos. Este fallo se dio ya que, según ese organismo, las autoridades tenían conocimiento de las amenazas contra los asambleístas y no les brindaron seguridad.
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