Los recientes hechos de violencia ocurridos en el país han generado que la percepción sobre esta problemática en los colombianos retroceda más de 20 años. Una de las zonas más afectadas es Arauca en donde, según las autoridades, al 31 de enero ya había 66 personas asesinadas. A esta oleada de violencia se suma la jornada electoral, que según los expertos ha sido un detonante para los grupos armados ilegales. De acuerdo con cifras de la Fiscalía, 258 municipios presentan un alto riesgo de violencia en época electoral.
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Para expertos como Camilo González Posso, presidente de Indepaz, son varios los factores que han incidido en el recrudecimiento de la violencia en las últimas semanas en el país.
“Esos grupos se han reavivado y se han recompuesto porque han tenido acceso a rentas ilícitas. En segundo lugar, por la debilidad en la implementación de los acuerdos, sobre todo en ofertas para las poblaciones en territorios críticos. Y, en tercer lugar, porque hay insuficiencia y fallas en las estrategias de control territorial por parte de la fuerza pública”, agregó González Posso.
Por su parte, el director de dinámicas del conflicto de la Fundación Ideas para la Paz, Jorge Mantilla, señala que estos grupos armados ilegales también ejercen control territorial.
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“A pesar de que las rentas ilegales son el eje central de su actividad, estos grupos imparten justicia, organizan las economías informales y prestan servicios de seguridad, allí donde el Estado ha sido incapaz de consolidarse institucionalmente más allá de la fuerza militar”, reiteró Mantilla.
Sumado a esto, Mantilla habla de la sofisticación de los grupos armados ilegales en la dominación y control de ciertos territorios que son clave para los negocios ilegales.
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“El crimen organizado, al igual que la guerra, es una actividad que consiste en construir formas no estatales de protección tributación y control social. En ese sentido, las masacres y el asesinato de líderes no son el resultado de una violencia indiscriminada, por el contrario, son el resultado de la violencia selectiva en territorios donde se pretende forzar la obediencia de las comunidades mediante el miedo y rompimiento de los lazos de cohesión social”, agregó el experto.
Frente a la expansión del ELN, Camilo González Posso considera que no se trata de un fortalecimiento estratégico, sino de un modo de enviar un mensaje al próximo gobierno en plena época electoral.
“Hay que tener en cuenta que ha tenido una expansión territorial, pero que su situación actual es de más visibilidad, de más ruido y de más acciones de 'avispa' que en realidad un fortalecimiento estratégico. Es decir, hay una coyuntura electoral en la cual se hacen notar para dar mensajes al nuevo gobierno, pero no significa que están en un en un fortalecimiento estratégico”, aseguró González Posso.