Aunque es un municipio muy tranquilo, encontrar uno de estos reptiles debajo de la cama, en las sillas o armarios tiene a la comunidad con los pelos de punta.
La mayoría de los animales que son recuperados por la Policía Nacional llegan hasta el centro de rehabilitación de fauna silvestre del oriente de Caldas, donde un grupo de veterinarios y biólogos, se encargan de rehabilitarlos y de devolverlos a su hábitat natural.
En sus patrullajes diarios, los policías además de sus armas de dotación cargan las herramientas necesarias para controlar estos reptiles.
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