“Me secuestraron”, esas fueron las primeras palabras de un estudiante de ingeniería civil a los policías de tránsito que lo encontraron en la parte trasera de un carro que se movilizaba hacia Pasto.
La víctima contó que justo cuando iba a entrar a su casa, en el municipio de Santiago, en Putumayo, un grupo de delincuentes lo abordó y se lo llevó a la fuerza.
“Ellos me dicen que colabore, que no intente hacer nada tonto. Después me ingresan al carro a la fuerza y me amordazan y me amarran de pies y manos. Ellos no fueron específicos con suma de dinero, pero sí querían hablar con mi familia y negociar algo a cambio de mi libertad”, señaló el joven.
Ya secuestrado, los delincuentes iniciaron su recorrido hacia Pasto, donde tenían lista una caleta para esconderlo. Durante el trayecto, dice, fue torturado y golpeado.
Pero, justo cuando los delincuentes avanzaban por la vía oriental de Pasto, escoltados por otro hombre en moto, se encontraron de frente con un retén móvil de la Policía de Tránsito y el estudiante fue rescatado.
“Yo tenía mucho miedo de perder mi vida y una vez siento la presencia de los Policías de Tránsito fue una bendición, como un milagro. Gracias a los policías”, dijo el estudiante.
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En el sitio, los uniformados capturaron a tres de los secuestradores, les inmovilizaron el vehículo, les incautaron un arma de fuego y cinco teléfonos celulares. Un juez los envió a la cárcel.