El municipio de Murillo, en Tolima, está a solo 33 kilómetros del volcán Nevado del Ruiz, el cual ha incrementado su actividad sísmica en los últimos días y por lo que se declaró la alerta naranja. Los habitantes sostienen que no tienen idea sobre los planes de emergencia ante la posibilidad de una erupción.
“El alcalde no ha dicho nada, lo único que hasta ahora sé es que no había presupuesto para evacuar, entonces no sé qué iremos a hacer”, declaró Claudia Orozco, quien vive en la zona.
El párroco del municipio, Yesid Ramírez, hizo el mismo reclamo.
“Incluso yo preguntaba, como autoridad eclesiástica del pueblo, se tenía que tener esa información, no porque sea el padre, sino porque tenemos la cercanía con la gente y decirles está este plan y qué es lo que vamos a hacer, pero conocimiento, como usted le puede preguntar a la gente, no sabe qué es un plan de contingencia”, expresó el sacerdote.
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Gloria Patricia Ramírez denuncia además que “ante una eventual emergencia del volcán no tenemos por dónde evacuar debidamente, las vías están totalmente destrozadas”.
Según ella, una de esas carreteras, “que conduce del municipio de Murillo al municipio de Líbano, está intransitable, solamente están pasando los caballos y con dificultad”.
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En el puesto de mando unificado dispuesto en la zona se alerta a los viajeros para que no realicen actividad turística alguna.
Rafael Martínez, coordinador de turismo, precisa que en el puesto de control se les informa a las personas “las recomendaciones que deben acatar y, de igual manera, aclararles que la vía del municipio de Murillo hacia la ciudad de Manizales, en el departamento de Caldas, se encuentra aperturada para el tránsito de vehículos. Entonces, esperamos que acaten las recomendaciones y que continúen con su tránsito de manera segura y tranquila”.
A 13 kilómetros de la cabecera municipal está el río Lagunilla, fuente hídrica que nace en la parte alta del Nevado del Ruiz y por donde bajó gran parte del caudal que se unió al río Azufrado y terminó arrasando gran parte de la población de Armero en 1985.
El color de sus aguas cambió “por la emisión de cenizas y gases hacia la parte alta, entonces sale a mucha temperatura, caliente, y cae sobre la nieve y empieza a haber el famoso deshielo, entonces por eso baja de color gris, cuando normalmente es cristalina”, explica Edwar Antonio Ariza, otro habitante de Murillo.
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Por cuenta de la actividad sísmica del Nevado del Ruiz, fueron suspendidos los trabajos del puente vehicular que se adelantaban en la vía que comunica a Murillo con la ciudad de Manizales.
Según la información municipal, se suspendieron las actividades de turismo, no hay programas de evacuación y eventualmente se habilitarían tres albergues para atender a las familias que viven en las inmediaciones del Nevado del Ruiz.