La Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá en Boyacá fue escogida por el Vaticano para participar en la consagración de Ucrania y Rusia al Inmaculado Corazón de María. Centenares de feligreses atendieron el llamado y se unieron en ese clamor mundial. "Que se acabe pronto esta guerra, que eso no nos lleva a ningún lado", fueron las palabras de Jorge Humberto Neme.
Para Cecilia Salazar es importante "rogar al Señor porque cese esa guerra tan terrible, Dios mío, uno piensa especialmente en los niños, pues en todas las personas uno piensa, pero especialmente en esos ángeles".
Fray Calixto Castellanos, subprior conventual de la Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá, expresó que lo más importante es “unirnos en la oración en estos momentos de división, de contradicciones, unamos en la oración y volquémonos a nuestros templos, que son lugares sagrados del cristianismo”.
Mirando al lienzo sagrado de la Virgen de Chiquinquirá, los asistentes elevaron su voz recordando que "es importante estar unidos, unidos en la fe católica y creyendo en Dios siempre para que salga todo bien".
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