En Padilla, Cauca, un grupo de delincuentes ingresó a un cultivo de caña y quemó una retroexcavadora. Además, amenazó a los trabajadores. Autoridades investigan si el hecho tiene que ver con el cobro de una extorsión.
Claudia Calero, presidenta de Asocaña, manifestó que desde el Comité Intergremial del Valle del Cauca han hecho "llamados reiterativos" sobre el "deterioro de la seguridad en esta región”.
Estos ataques, calificados como “sistemáticos” por los empresarios del Cauca y Valle, tienen en jaque la producción y el futuro de muchas empresas a las que les estarían cobrando vacunas.
“Este hecho se suma a la incineración de otros dos vehículos en Dagua, al igual que la quema de 127 hectáreas de plantaciones forestales en ese municipio”, denunció Claudia Calero.
Por su parte, Ana María Sanclemente, secretaria de Convivencia y Seguridad del Valle del Cauca, informó que desde su dependencia están "armando unos pilotos de antiextorsión. Precisamente tenemos fiscales especializados en Tuluá y los vamos a tener en Buenaventura”.
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Incluso, el presidente del Consejo Gremial Nacional, Bruce Mac Master, advirtió que la situación de inseguridad está vulnerando la libre circulación de los ciudadanos y restringe la posibilidad de los empresarios de mover sus productos. Para él, lo más importante es que esta situación de inseguridad en varias regiones del país no se vuelva paisaje.
“Cuando uno habla con los transportadores, están muy preocupados en este momento. Salir a las carreteras para ellos es muy complejo. Las personas que movilizan los productos tienen gran temor de enviar mercancía por nuestras carreteras”, dijo Bruce Mac Master.
El Consejo Gremial pidió al Gobierno poner en marcha un plan integral de seguridad en todo el país. Los empresarios temen que el accionar criminal termine en una incontenible ola de violencia.
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