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“En Cartagena nos estamos enfrentando a mafias trasnacionales”: alcaldesa encargada

Ana María González habla de las grandes problemáticas de una ciudad tan turística como Cartagena. Explica que hay mafias estadounidenses, mexicanas y hasta holandesas con gran poder económico y de lobby.

Cartagena es una de las ciudades turísticas por excelencia, no solo en Colombia sino en América Latina. Lamentablemente, esto ha traído diversas problemáticas para la capital de Bolívar y sus habitantes como la trata de personas, el sicariato y el narcotráfico a gran escala.

Noticias Caracol invitó a Ana María González, secretaria del Interior y alcaldesa encargada de Cartagena, para que hable sobre estos temas.

¿De qué tipo de delitos estamos hablando en Cartagena?


Cartagena por su belleza es una joya, pero también se ha convertido en el epicentro de una serie de mafias resguardándose en el turismo. En la ciudad convergen la trata de personas, lavados de activos y el narcotráfico, que están aparentemente metidos en un mercado legal que es el turístico. Tenemos que tener una acción decidida interinstitucional y del sector privado para perseguir a estas mafias.

¿Cómo están impactando estas mafias en los sectores más vulnerables de Cartagena?


Tenemos dos maneras aterradoras. La captación de niñas para el mercado de trata y de los jóvenes en riesgo para integrarlos en milicias de los grupos armados, que se convierten en los operativos logísticos de las fuerzas.

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No nos estamos enfrentando con un delincuente local sino con mafias transnacionales que vienen por mucho dinero.

¿De dónde vienen estas mafias?


Hay grupos estadounidenses, grupos mexicanos, venezolanos; hay hasta grupos holandeses.

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¿También opera el Clan del Golfo?


El negocio es boyante, es muy fácil esconderlo entre todas las prácticas y ellos también usan esas fuentes de financiación

Imagínate lo que puede producir en una noche…en un solo prostíbulo hemos contabilizado hasta 74 mujeres que, según nuestros cálculos, producen entre 10 y 12 millones de pesos, por noche cada una.

Todas esas mujeres qué hacen aquí, quiénes son. Son parte de un negocio muchísimo más grande. Alguien las captó, generalmente en otra ciudad, las trajo a Cartagena, las aloja, les produce una logística, las explota y cuando estamos cerca las mueven para que no podamos actuar.

Esta interacción la hemos identificado con Barranquilla, con Medellín, con Bogotá.

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Pero a veces se ve también a la Policía alrededor de esto


Pero es que no podemos penalizar un delito que no existe, la prostitución no es delito. Lo que hay que hacer es perseguir a las mafias que lo hacen posible. Muchas de esas mafias están en sectores inesperados: en gremios, en sectores, tienen capacidad de lobby…ahí la cosa es a otro nivel.

El alcalde de Barranquilla decía que se sienten solos, ¿ustedes en Cartagena también se sienten solos?


Sería una ingratitud decir que nos sentimos solos. Contamos con el apoyo del Gobierno de los Estados Unidos, el FBI, la DEA, otras agencias nos están ayudando. Ya no solo hacemos interacción agencial no solo para el delito del narcotráfico sino para delitos conexos como trata de personas. Ahí tenemos mucho apoyo. También tenemos ONG internacionales que no están ayudando.

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Tenemos también una labor interinstitucional muy articulada, trabajamos superalineados con la Armada, la Policía, pero tenemos unas capacidades muy limitadas.

No sé si recuerdan el polémico evento de pornografía, el lobby que tienen estas redes le va a mostrando a uno el tentáculo que tienen, en el poder nacional, internacional, en muchas partes.

¿Cómo se está trabajando para delitos comunes como el hurto al ciudadano?


Estamos haciendo la labor preventiva, la Policía tiene varios dispositivos. Caracterizamos a los motociclistas, en un proyecto piloto del que hemos recibido una mención del Ministerio de Transporte. Ellos (los motociclistas) llenaron un sistema de información y quien no esté no puede circular con parrillero.

Las autoridades tienen más herramientas para identificar quiénes son los que están trabajando y quiénes en el delito.

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