Después de 20 años, por primera vez en un acto público, comandantes de las extintas FARC pidieron perdón por hechos de secuestro y violencia en contra de líderes políticos y sociales en la provincia de Vélez, Santander.
Acto de perdón de las extintas FARC resalta en Vélez
En 1997, Mario Suárez fue secuestrado por el Frente 23 de las FARC mientras se postulaba como candidato a la Alcaldía de Landázuri, Santander. Este hecho marcó la vida de Yeferson Mario Suárez, su hijo, quien estuvo presente en el evento donde el Bloque Magdalena Medio pidió perdón a las víctimas de los crímenes cometidos, entre los cuales se encontraba el asesinato de su padre.
“A mi papá lo secuestra las FARC y fue asesinado por miembros del Ejército con cómplices de las autodefensas del Magdalena Medio”, contó Mario.
La extinta guerrilla de las FARC pidió perdón públicamente a las víctimas por los crímenes cometidos contra líderes políticos y sociales en la década del 2000. Entre los que se disculparon estaba Rodrigo Londoño, alias Timochenko, quien destacó la falta de justificación política para privar a una persona de su libertad.
“Con vergüenza debo reconocer que incurrimos en una práctica atroz, que laceró el alma y el cuerpo de las personas que estuvieron cautivas, pero también laceramos y afectamos gravemente a las familias de las personas secuestradas y a las comunidades que ellas representaban. Quiero pedirles perdón por todas las afectaciones que les produjo el secuestro”, expresó Timochenko.
Por su parte, Pastor Alape, excomandante del Bloque Magdalena Medio de las extintas FARC, también pidió perdón.
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“Entendemos que el perdón es una construcción a largo plazo en el que vamos todos aliviando el corazón”, manifestó.
Sin embargo, el dolor en algunas víctimas no les permitió aceptar este perdón.
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“Yo no los puedo perdonar. Que a mí me digan ‘¿qué prefiere?, ¿una gota de verdad o un océano de mentiras? Para mí ustedes son el océano”, reclamó Juan Suárez, víctima.
La falta de presencia de ministros y del mismo presidente de la República fue reclamada por las víctimas.
“Hubiésemos querido ver a los ministros, al menos a los viceministros. Teníamos un mínimo derecho a que si ellos están comprometidos con la aplicación del acuerdo, con el cumplimiento del mismo, estuvieran aquí para las víctimas y para los firmantes del acuerdo y eso nos dolió”, señaló otra víctima.
El evento culminó con la firma del manifiesto de paz y reconciliación. Las víctimas expresaron su esperanza de que este encuentro no se quede simplemente en un acto simbólico de reparación, sino que también impulse acciones concretas para evitar la repetición de tales atrocidades.