
En el municipio de Girón, Santander, defensores de derechos carcelarios lanzaron una alerta por cuenta de la difícil situación en la que se encontrarían más de 2 mil internos y personal administrativo de la cárcel Palogordo por cuenta de la falta de agua potable.
Ellos denuncian que desde el pasado 8 de septiembre se cortó el suministro para hacer el empalme de un tubo. Pese a que han pasado varios días, la situación parece no terminar.
La situación, además de problemas de salubridad, ha generado desórdenes entre los internos de la cárcel y se teme que ocurra una tragedia.
“Se han presentado situaciones de conflicto entre los internos porque no tienen la misma cantidad de agua que deben tener. La situación delicada está en que este lunes todo se puede empeorar”, sostuvo Hernando Mantilla, defensor de derechos carcelarios de Santander.
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