“Estoy recibiendo llamadas en donde me están solicitando cierta cantidad de elementos o de dinero para poder trabajar tranquilamente”, denuncia una mujer que tiene un pequeño local en la localidad de Usme, en el sur de Bogotá. Los hombres que la extorsionan dicen ser del ELN.
Según ella, los criminales le exigen “camuflados y botas pantaneras. De 10 a 20 camuflados están sobre un valor de 180 a 200 mil pesos. Si yo no colaboro, pues no me dejan abrir mi comercio”.
“Me dicen que si soy positivo o negativo para colaborar o si no van a atentar contra mi vida y a acabar pues prácticamente el local”, sostiene.
Afirma que lo peor es que, en medio de cada llamada, hay alguien que la vigila y ronda su local porque “escribieron, no fue solo una llamada, sino que alguien que me estaba mirando me describió cómo estaba vestida y demás”.
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La comerciante denuncia que quienes la siguen “dicen que son del ELN, de alias ‘Chamorro’, y que si yo no colaboro no puedo abrir porque en el momento en que yo abra es porque yo les voy a colaborar con lo que me están pidiendo”.
Es por eso que “me ha tocado pedir apoyo en la familia, porque no he podido abrir el local, por temor de mi vida y la de mi familia”, cuenta la mujer.
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El problema para esta comerciante extorsionada por supuestos guerrilleros del ELN es que “vivo en arriendo y las personas que están allí ya me están pidiendo, y ya puse la denuncia, pero la verdad no siento un apoyo como para yo poder ir al local a mirar”.
A los delincuentes no les importa si el negocio es grande o pequeño, a todos les piden lo mismo. Algunos les están pagando y otros no tienen otra opción que cerrar sus locales.
La comerciante extorsionada supuestamente por el ELN en Bogotá afirma que “nunca pensé vivirlo en carne propia y pido colaboración porque me siento realmente afectada por esto, no tengo para un diario, es un local pequeño y me tocó recurrir a ustedes para que me puedan colaborar”.
El Gaula dijo que va a asumir la investigación para que las personas que trabajan en este punto de la ciudad no tengan que pagarles a los criminales y puedan seguir con sus negocios.