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En una sentida ceremonia religiosa, la comunidad de Irra (Risaralda) se reunió para despedir a los 11 mineros que murieron luego de quedar atrapados en una mina de oro en zona rural de Neira, en el departamento de Caldas.
A casi un mes de ocurrida la emergencia, sus cuerpos fueron rescatados y recibieron cristiana sepultura.
“Previamente tuvieron unas pruebas las familias, digamos las personas que tuvieran un vínculo directo de consanguinidad con las personas fallecidas para que después de extraídos los cuerpos se pudiera realizar esta identidad genética”, indicó Jhon Jairo Castaño, secretario de Gobierno de Caldas.
Rosa Morales, la madre de los hermanos Diego Fernando, Miltón Alexis y Edwin Felipe Tabarquino Morales, tres de los 11 mineros muertos, agradeció al cielo poder despedirlos.
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“Saber que ya se les puede dar una cristiana sepultura donde ellos van a descansar y nosotros como familia también. Es una bendición, primero que todo, porque la verdad es que nos sentimos muy privilegiados con todo este acompañamiento”, manifestó la mujer.
La comunidad quiso que fueran despedidos colectivamente.
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“Para ellos el diario vivir es meterse a una mina y poder tener el sustento diario y así poder sostener a una familia y poderla sacar adelante”, expresó Marco Castañeda, comandante de bomberos de Neira, Caldas.
Sus seres queridos les rindieron un homenaje y les brindaron un último adiós con mariachis.
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