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A las ocho víctimas mortales que dejó la incursión armada a la finca La Gabriela del municipio de Betania, suroeste de Antioquia, se suman dos más, que luchaban por su vida en centros asistenciales de Medellín.
“En las horas de la tarde de ayer había muerto uno de los tres heridos y en horas de la madrugada desafortunadamente fallecieron los otros dos”, indicó el gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria.
Según relatan las autoridades, hombres fuertemente armados llegaron caminando a la finca, donde se recolecta la cosecha cafetera, y dispararon indiscriminadamente contra los trabajadores. Analistas explican lo que está sucediendo en esa región.
“Queda aclaro que el suroeste también es una subregión que está bajo fuego. Hay un avance muy fuerte de las autodefensas gaitanistas (Clan del Golfo) entrando por Altamira, viniéndose todo el tema de Urrao, ahí en la frontera con Chocó y a través del municipio de Caldas, en el Valle de Aburrá, impulsando el accionar de la banda La Miel, banda que trabaja como satélite de las autodefensas gautanistas”, aseguró Fernando Quijano, analista en seguridad.
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Versión que es confirmada por el propio gobernador, quien anunció recompensas para dar con los responsables de la masacre y de liderar el tráfico de drogas en la zona.
“Se está ofreciendo una recompensa de hasta 200 millones de pesos por alias ‘Rubén’, el cabecilla de la estructura delincuencial el Clan del Golfo, allí del suroeste, pero además de hasta 50 millones de pesos para dar con el paradero de los culpables de este homicidio múltiple” señaló Gaviria.
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A la zona llegaron refuerzos del Ejército y la Policía, mientras que un grupo especial de la Dijín adelanta las investigaciones.
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