Santa Lucía, Manatí y Juan de Acosta despiden el año con estos eventos que suelen dejar muertos y heridos. Pese al peligro, comunidades insisten en realizarlos.
Si llegaran a prohibirse, el pueblo “nos va a caer encima y es ahí la problemática, que nosotros le tenemos miedo a esa parte, porque el municipio dice que sin corralejas no hay fiesta”, consideró Milagro Castillo, secretaria de Gobierno de Santa Lucía.
En ese municipio los palcos para el evento de este año ya están instalados en un 90%, pero autoridades también advierten sobre el peligro en estas estructuras.
“No hay garantía cuando tu examines una estructura que tiene una madera con mucha grieta”, precisó Edinson Palma, secretario de Gestión del Riesgo del Atlántico.
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Alcaldías municipales anunciaron que reforzarán la seguridad para evitar el ingreso de personas en estado de embriaguez e inexpertos a las corralejas.
En Manatí las fiestas inician este miércoles, en Juan de Acosta el jueves y en Santa Lucía la próxima semana.
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