A las 9 de la mañana de este lunes inició el traslado del féretro de Jorge Oñate hacia La Paz, la tierra que lo vio nacer el 31 de marzo de 1949 y que hoy lo llora y le canta.
Allí, el alcalde Martín Zuleta decretó tres días de duelo, “lo mínimo que podemos hacer, día cívico por esta pérdida que hemos tenido.
En la tarima que lleva su nombre, Jorge Oñate, en la plaza Olaya Herrera, su familia, sus amigos y paisanos, se unieron para exaltar la memoria del artista que hizo famosa la tierra de la almojábana.
(Vea aquí: Entre cánticos y lágrimas, cuerpo de Jorge Oñate es trasladado de Valledupar al municipio de La Paz )
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Jorge Luis Oñate, su hijo, dedicó unas palabras de agradecimiento: "Primeramente le doy gracias a Dios y después de Dios a todos sus seguidores a todos sus amigos, decirle al pueblo colombiano que su historia, su nombre, no va a quedar impune, desde hoy activamos la Dinastía Oñate completa".
Otros seguidores lo recordaron con cariño. "Dolor, yo conocí a Jorge Oñate desde ‘peladita’, su mamá nos mandaba leche y comida y después, cuando yo estudiaba, él me ayudó a estudiar, es mi compadre, mi amigo, mi padre".
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El acordeonero Román López recordó que el también conocido como ruiseñor del Cesar “siempre fue un hombre de bien, muy dado a su gente, a quien le podía brindar la mano se la tendía, y sencillo, porque Jorge en cualquier esquina llegaba caminando y saludaba al que fuera”.
En su carrera musical de 50 años, a Oñate lo acompañaron 8 reyes vallenatos, con quienes escribió páginas doradas en la historia de la música de los juglares.