Santander González es el pescador de La Boquilla que estaba de faena a 5 millas náuticas de Cartagena cuando fue abordado por cuatro jóvenes. “Me reduce, me pone boca abajo, me pone un capuchón arriba, una venda, me pone un cintillo en la boca y me ata las dos manos detrás”, contó tras sobrevivir sin su lancha en medio del mar.
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Y es que los delincuentes le robaron el motor de la lancha y hundieron su embarcación, dejándolo a su suerte.
El pescador intentó soltarse las manos, pero le fue imposible y como pudo se aferró a un icopor y a un chaleco salvavidas que encontró en el mar durante la noche. Santander dijo que no pudo “dormir porque es como una tortura, o como cuando tú estás pensando que algo que te va a pasar y tú tienes que estar a la expectativa a lo que ocurra”.
Según él, “la serenidad y la tranquilidad” y su “fe en Dios Todopoderoso” le permitieron sobrevivir hasta que un grupo de hombres que hacía pesca deportiva lo encontró y rescató.
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Mónica García, pareja del pescador, cree que la intención de los delincuentes era acabar con la vida de Santander: “No sabemos quién fue, pero me iban a matar a mi esposo”.
La víctima había pedido un préstamo de 10 millones de pesos a un banco para comprar el motor que le robaron y ahora espera que cartageneros de buen corazón lo ayuden a recuperar el dinero o lo hurtado.
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