En Pereira, Lucas Villa , el estudiante de 37 años atacado por sicarios el pasado miércoles mientras se manifestaba de forma pacífica sobre el viaducto, continúa luchando por su vida.
Para Mauricio Villa, padre de Lucas, los días han sido de esperanza y fe en su recuperación.
“Lucas hoy sigue estable. Se sigue bajando la sedación para ver si es posible mañana o el martes hacer pruebas neurológicas reales y satisfacer la necesidad que tienen de determinar el nivel de lesiones que tiene en la parte superior del tallo cerebral”, señala el padre del joven.
Asegura que su hijo toda su vida se ha dedicado a ayudar a la gente y a dejar un ejemplo de servicio.
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“Yo he dicho que Lucas es un romántico, que él quería cambiar el mundo con una flor. Él estaba convencido del poder de la palabra, con la palabra adecuada, con el aprendizaje correcto en la decisión que fuera, siempre se puede obtener un diálogo fraternal, un diálogo del contrario”, dice Mauricio.
Para Lucas Villa, dice su padre, el diálogo era la herramienta para solucionar los conflictos, y desde el diálogo se debe acabar con la violencia.
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“El caos no es la solución, la violencia no es el camino, no es el mensaje de Lucas. Si generamos todos los espacios de diálogo, si hacemos las concertaciones, seguro que vamos a poder ser más productivos que si seguimos polarizados en posiciones de enemistad que no van a conducir a nada”, subraya.
Hoy el sueño de Mauricio es poder viajar con su hijo, practicar deporte con él y a su lado ver un mejor país para todos.