Las autoridades ordenaron su demolición por el riesgo de colapso, en medio del operativo se presentaron enfrentamientos con la fuerza pública.
108 familias de Bello, en el norte del Valle de Aburrá se levantaron con esta sorpresa, sus negocios fueron cerrados y hasta el ingreso les prohibieron, la razón, según la alcaldía por un inminente riesgo de colapso de la estructura, situación que dejó sin aliento a más de uno, que han dedicado su vida a esa labor.
“En este momento no tengo nada que hacer, 22 años perdidos según el alcalde o él que sea”, aseguró Reinaldo Arango, comerciante.
Ante el operativo sorpresa, varios comerciantes trataron de impedir que los sacaran.
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“Nosotros intervenimos a no dejarlos entrar, entonces estábamos en la puerta y nos tiraron estas cosas, papas bombas, de todo”, señaló James Bernal, otro comerciante del sector.
“En ningún momento se nos ha notificado de qué vamos a permanecer en la plaza o que nos van a reubicar”, expresó Guillermo Muñoz.
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Esta denuncia del comerciante es respaldada por la Personería de Bello.
“A ellos se les debe notificar la diligencia. En medio del procedimiento se han presentado unos hostigamientos por parte de la secretaria de Gobierno del municipio en contra del coronel que está dirigiendo el acompañamiento y un funcionario de la Personería”, dijo Alejandro Lema Galeano, personero de Bello.
Ante las denuncias la alcaldía respondió:
“Hay toda una estrategia desde lo social y un tipo de compensaciones económicas para que ellos puedan acceder a un tipo de beneficio económico”, indicó Ángela María Salas, secretaria de Gobierno de Bello.
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Ahora los comerciantes solo tienen la esperanza de que un juez reverse la decisión y les garanticen un espacio seguro para trabajar.
En contexto: Por desalojo, vendedores de la Plaza de Mercado de Bello y el Esmad se enfrentaron