La familia Blanco Martínez se ha dedicado toda su vida a la minería y hoy llora a los hermanos Santiago y Albeiro, dos de los trabajadores que murieron en la explosión en cadena de unas minas de carbón en el municipio de Sutatausa, en Cundinamarca.
Son oriundos de la vereda Peñas del Cajón, de Sutatausa, y aguardaron tres días por noticias de sus familiares.
Santiago Blanco fue el primero en ser hallado sin vida. Su cuerpo fue extraído de una de las minas hacia las tres de la tarde del miércoles 15 de marzo.
“Desde los 18 años trabajaba como minero, iba a cumplir 23”, contó con pesar José Blanco Martínez, uno de sus hermanos.
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Albeiro, soltero y sin hijos, seguía atrapado a casi 900 metros bajo tierra y su familia permaneció durante toda la noche en una carpa de la Cruz Roja con la esperanza de que lo hallaran con vida. Pero la mala noticia llegó en la mañana de este jueves 16 de marzo, cuando anunciaron que habían hecho contacto visual con los otros 10 mineros que intentaban rescatar. Todos estaban muertos.
En el operativo de Sutatausa participaban 115 rescatistas, de los cuales 3 tuvieron que ser remitidos a un centro hospitalario por problemas respiratorios debido a los gases que expulsan los socavones.
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El día que ocurrió la explosión de las minas en Sutatausa, en la noche del 14 de marzo, había 30 trabajadores en el sitio, de los cuales 7 salieron por sus propios medios, 2 fueron rescatados con vida y 21 más fallecieron, según informó el gobernador de Cundinamarca, Nicolás García.
Los últimos 10 cuerpos hallados están a unos 900 metros de profundidad y su extracción debe hacerse con cables.
Rigoberto Montes, que 15 minutos antes de la explosión en Sutatausa estaba dentro de la mina, fue el primero en entrar a buscar a sus compañeros.
“En ese momento nosotros salíamos de turno, eran las 8:10 de la noche cuando salimos de turno. Nos bajamos del coche cuando estallaron las minas y la (mina) de La Golondrina. Fueron una serie de explosiones (...) En la mina de nosotros había dos compañeros, pero gracias a Dios la onda no se pasó, ellos se alcanzaron a salvar”, contó.
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La detonación fue tan fuerte, que algunos habitantes de Sutatausa pensaron que se trataba de un terremoto.
“Yo estaba acostada cuando escuchamos un estruendo muy horrible en la casa. Las ventanas, los vidrios se sacudían, pensamos que era un temblor. Mi hermano me llamó preocupado que se habían estallado las minas de acá”, dijo Olga Quiroz, una de las mineras de la zona.