El Cielo de Juan Manuel Barrientos conquistó la estrella más preciada, la Michelin

La cocina colombiana obtuvo un reconocimiento de talla mundial: por primera vez, un restaurante criollo es galardonado con una estrella Michelin. Lo consiguió El Cielo, negocio que nació en Medellín pero tiene sedes en Bogotá, Miami y en la capital deEstados Unidos , Washington.

Juan Manuel Barrientos, su fundador, está obsesionado con los sabores colombianos.

"Es lo que queremos, traer, traer un pedacito de cafetal, traer un poquito de café de Colombia, traer un poquito de chontaduro, traer un poquito de tamarindo, traer un poquito de todos esos sabores y robarnos sonrisas", le dijo a Noticias Caracol.

Este chef de tan solo 37 años acaba de conseguir el mayor logro en la historia de la gastronomía colombiana. Así considera la estrella Michelin que le acaba de ser otorgada a su restaurante El Cielo.

Para conseguir semejante gesta, Barrientos, literalmente, tuvo que traspasar fronteras, empezando en Medellín hace 14 años, hasta colonizar un pequeño rincón de Washington, que solía ser un mercado popular pero que hoy es sede de un pedacito de Colombia, con mucho más que solo comida.

“Siempre pensé El Cielo como una nueva Colombia, no solo desde lo que está pasando hoy; nosotros tenemos la fundación El Cielo, donde capacitamos exguerrilleros de las FARC, del ELN, exparamilitares, víctimas y población civil desmovilizada, entonces para mí una cocina de El Cielo representa la nueva Colombia”, manifestó.

Obtener una estrella Michelin no es fácil, menos en medio de una pandemia.

¿Cómo lo consiguió?

“Servimos unas mariposas de maíz colombiano, amarillas con una ‘mousse’ de chocolate colombiano, con pedazos de texto de ‘Cien años de soledad’ impresos en papel comestible y tú te comes un pedazo del texto con sabor a chocolate y maíz, en honor a Gabriel García Márquez y sus mariposas amarillas”, contó.

Por lo pronto, Juan Manuel Barrientos y El Cielo ya tienen trazado el camino a seguir, el mismo que los llevó a obtener una estrella Michelin y a izar la bandera de Colombia más allá del país: seguir robando sonrisas.