Por su poder en el aire, adoptaron su imagen. Ahora se comprometieron a protegerla, pues está en peligro por la deforestación de su hábitat.
La majestad y el poder ofensivo de esta ave llamó la atención del comandante de la Fuerza Aérea, general Carlos Eduardo Bueno, quien inició una campaña para adoptarla como la imagen institucional y dejar atrás el águila calva norteamericana, que hacía parte del símbolo de los pilotos militares.
Pero no fue sólo la adopción de su imagen, la Fuerza Aérea fue más allá y estableció un convenio que consiste en apoyar las operaciones logísticas de las investigaciones científicas, todo en cooperación con el Instituto Humboldt.
Entre la ayuda brindada, se encuentra la colaboración en logística para trasladar a un macho de esta especie hacia a las montañas de Cota. Un avión caza viajó exclusivamente a Cali para llevar el guacal que contenía el animal. Ahora el reto es lograr que hagan una pareja ideal para la reproducción.
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Todos esperan que el idilio de estos plumíferos termine en un polluelo del ave rapaz más poderosa de la tierra.
Ellos estarán condenados a vivir en su jaula, pero su pichón podrá ser libre en las selvas de donde nunca debieron salir sus padres.
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