Sigue la angustia de muchas familias colombianas que perdieron a algún ser querido en medio de la tragedia que dejó el derrumbe en Chocó. El sentimiento general es la esperanza de poder hallar los cuerpos de sus familiares para darles el último adiós.
Al menos 33 personas muertas dejó la emergencia que provocó el alud de tierra en la vía que conecta a Quibdó con Medellín. Más de 200 rescatistas apoyan las labores de búsquedas de los cuerpos que siguen sepultados en el lodo y las piedras.
No solo organismos de emergencia, también habitantes, indígenas y los familiares que han llegado hasta El Carmen de Atrato, el punto de la emergencia. Utilizan palas, picas y hasta las manos para abrir huecos en la tierra con la intención de hallar más cuerpos. Con la apertura de estos hoyos, ayudan a los perros rescatistas a identificar los lugares en los que puede haber víctimas.
Hasta el momento, el reporte oficial de las autoridades indica que se han logrado identificar a 18 de las 33 víctimas fatales que han sido sacadas de la tierra. La incertidumbre de muchos otros que todavía no tienen información sobre sus familiares se hace presente en el sitio del derrumbe.
Aunque la mayor esperanza es encontrar sobrevivientes entre el fango, algunas familias ya manifiestan que esperan, por lo menos, encontrar los cuerpos de sus seres queridos.
Así lo manifestó Nancy Contreras, quien llegó desde Medellín al lugar para ayudar en la búsqueda de su prima hermana Astrid Johanna. "La esperanza es lo último que se pierde, pero sabemos que con vida ya no la vamos a encontrar".
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De la misma forma Luz Mazo, otra de las familiares de la víctima que ayuda en las labores en busca de su tío y una prima, a quienes espera darles cristiana sepultura. "Ya están muertos, pero lo más importante es buscarlos y darles una sepultura digna".
Hasta el mediodía de este domingo 14 de enero, las autoridades no habían encontrado ningún otro cuerpo bajo la tierra, pero las labores no se detienen.
Por su parte, el presidente Gustavo Petro llegó hasta la zona del derrumbe en Chocó para manifestar su apoyo a las familias de las víctimas y, desde el lugar de la tragedia, decretó el estado de desastre en el departamento.
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