El concejal de Valledupar Ronald Castillejo de La Hoz, de 36 años, dice que está vivo de milagro porque el COVID-19 que contrajo el mes de agosto lo afectó de manera tan agresiva que los médicos le daban pocas esperanzas de vida.
“Comenzó con los síntomas que normalmente da: fiebre, dolencias en el cuerpo, pero nunca pensé que me iba a afectar tan fuerte, yo decía que a los jóvenes el virus no daba tan duro y como no tenía ninguna enfermedad base no pensé que el tema se iba a alargar tanto”, relata.
Pero el coronavirus lo dejó tres meses en cuidados intensivos, apartado de su hija y de sus padres. Ahora agradece porque “Dios me regaló la oportunidad de estar con mi hija, con mi novia, con mi familia. Mi mamá, de pronto no lo saben, mi mamá murió la semana pasada”.
El concejal Castillejo estando en cuidados intensivos perdió 30 kilos, capacidad respiratoria y capacidad para hablar, secuelas de las que se recupera con terapias y el apoyo de su familia.
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Su novia, Laura Torres Pacheco, reflexionó: "A veces nos creemos invencibles que nada nos va a tocar y son estos momentos los que hacen darnos cuenta de que somos vulnerables".
Castillejo también expresó un aprendizaje que, ojalá, sea tenido en cuenta:
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Muchas personas creen que el virus del COVID no hace daño y verdaderamente que es muy fuerte porque no solamente me marcó a mí. Mi hija duró tres meses sin ver a su papá, mi familia se quedaba afuera de una clínica; el tema económico es muy fuerte
Este microbiólogo de profesión, pero político por convicción, espera recuperarse plenamente para llevar su mensaje de vida, quienes en medio de la pandemia han perdido las esperanzas.