Treinta días después de que el huracán Iota -catalogado como el más fuerte y destructor de la temporada 2020- pasara por Providencia con vientos de más de 240 kilómetros por hora, sus más de 5 mil habitantes tienen vivo el recuerdo de cómo arrasó prácticamente todo.
“En esos momentos nadie estaba esperando que se volviera tan grave la situación, techos volando y cosas, a nosotros nos tocó salir de la casa”, cuenta Dixner Bernard, damnificado de Providencia.
Después del caos, tratan poco a poco de reconstruir lo perdido. No obstante, advierten que falta mucho por hacer.
“El gobierno sí vino, llegaron, anotaron y vieron que la cosa está mal, pero que después lo van a arreglar”, comenta Willi Whitaker.
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Muchos duermen en carpas o albergues, reconocen que sí están llegando alimentos, pero faltan insumos para la reconstrucción.
En las calles se nota la titánica labor de limpieza y remoción de toneladas de escombros por parte de la fuerza pública. El servicio de energía se restableció en varios sectores, mientras que el agua potable se distribuye en tanques.
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Susana Correa, gerente para la atención y reconstrucción del archipiélago, manifestó que al 10 de abril del 2021 se deben tener construidas y reparadas alrededor de 1.266 viviendas con todos los servicios.