Mediante un comunicado, la Conferencia Episcopal de Colombia rechazó las recientes masacres que han tenido lugar en Cali y Samaniego . Los religiosos pidieron al Estado más esfuerzos para generar oportunidades a los jóvenes del suroccidente del país y así alejarlos de las bandas criminales.
Este pronunciamiento de la Conferencia se produjo tras la masacre que le quitó la vida a 5 menores de edad en Llano Verde, oriente de Cali y el violento acto que apagó la vida de 8 jóvenes en Samaniego, Nariño.
El monseñor Iván Marín López, arzobispo de Popayán, capital del Cauca, se refirió a este llamado a la paz.
“Queremos levantar la voz, no podemos callar ante tanta violencia, ante tanto dolor. Nos duele ver a jóvenes masacrados, ver a familias destruidas en Cauca y Nariño. Estamos viendo que la vida se destruye por los que se dejan llevar por el narcotráfico”, aseguró el religioso.
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El arzobispo habló sobre estos los grupos ilegales que delinquen en el suroccidente de Colombia: “La pasión de los que buscan el ídolo del dinero con el narcotráfico pasa por encima de todos los valores”.
El clamor de los religiosos concluyó con un pedido al Estado colombiano para que no se olvide de esa región del país: “Esto nos alarma como pastores. Queremos pedir que no se descuide la vida de estos jóvenes”.
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#Comunicado| #IglesiaCatólica 🇨🇴 rechaza masacre de 5 jóvenes en #Cali y de 8 jóvenes en #Samaniego (Nariño), asesinados brutalmente los pasados 11 y 15 de agosto.
— Conferencia Episcopal de Colombia (@episcopadocol) August 18, 2020
Oran por las víctimas y se solidarizan con las familias de los fallecidos.
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