Camino a salvar sus vidas, 168 miembros de 48 familias indígenas atraviesan la selva del Urabá para ponerse a salvo de la confrontación entre laguerrilla del ELN y el Clan del Golfo . Ellas llevan en sus hombros a los más pequeños y en la espalda, utensilios y alguna ropa.
Además, cargan con las amenazas del ELN que en medio de sus enfrentamientos con el Clan del Golfo los obligó a huir de sus resguardos, los cuales también fueron sembrados con minas antipersonal.
Salieron caminando desde el Alto Baudó, en Chocó, donde se vive una compleja situación humanitaria, y se dirigen a Murindó, Antioquia, donde hay un panorama similar.
“Son amenazas expresas del ELN que desde el mes de enero han venido sembrado indiscriminadamente minas antipersonal en los resguardos, confinando a las comunidades, obligándolas a vivir en medio del hambre, la zozobra y el terror”, declaró Wilfer Sánchez, vocero de la Organización Indígena de Antioquia (OIA).
Publicidad
El fin de semana, un menor de edad se salvó de morir al caer en un campo sembrado con minas antipersonal. Toda una tragedia humanitaria.
Publicidad