Tras el secuestro de 100 militares por la guardia campesina en el Guaviare, el gobierno señaló a las disidencias de presionar a las comunidades para cometer este tipo de hechos delictivos, además de someterlos a pagar extorsiones que afectan al comercio local.
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Las extorsiones de las disidencias en Guaviare y Caquetá
Ganaderos, comerciantes y campesinos de los departamentos del Guaviare y Caquetá han visto trastocada su tranquilidad al ser víctimas recurrentes de extorsiones por parte de las disidencias de las Farc.
Para poder cumplir con estas exigencias económicas, muchos deciden recurrir a bancos y hasta a prestamistas gota a gota.
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"Uno vive en zozobra, viendo cómo conseguir la plata para tal y tal cosa. Que el miliciano no vaya a venir a atropellarme la familia. El que no paga, le toca irse", expresó uno de los campesinos amenazados por las disidencias en el Caquetá.
Esto no es una realidad aislada, puesto que muchas personas han acabado huyendo de la zona por estos flagelos y al menos 12 comerciantes han sido asesinados este año por no tener como pagar las exorbitantes sumas de dinero exigido por las disidencias.
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"Hoy calculamos que todas esas extorsiones por todo lo que se mueva a nivel comercial suma una cifra superior a los 250.000 millones de pesos. Estamos abandonados por el Gobierno", aseveró Franf Garzón, presidente de la Cámara de Comercio del Guaviare.
Crecimiento de grupos armados ilegales
Por su parte, el Gobierno reconoció que las disidencias aprovecharon la tregua pactada para controlar ilegalmente más territorios.
"El cese al fuego y la ausencia de operaciones ofensivas contra los grupos les ha dado la posibilidad de consolidarse territorialmente, de endurecer sus formas de dominio social en las comunidades", explicó el investigador Jorge Mantilla, quien señaló que si la fuerza pública no tiene el control de los territorios es difícil que se dé una protección efectiva de la población civil.
Según fuentes de inteligencia del Estado, el grupo que más creció y se expandió fue el Estado Mayor Central de Iván Mordisco, el cual ahora está dividido en dos grandes facciones. Detrás de ellos se ubicaron el Clan del Golfo y el ELN.
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