Doña Nohora Báez le contó a Noticias Caracol que con el paso de los minutos veía a su hija Zuly, a punto de dar a luz, desesperada por los dolores de parto en su casa de Motavita, Boyacá.
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“Ayer en la tarde la llevamos a Medilaser para que la atendieran, pero la devolvieron para la casa. A las dos de la mañana empezó a gritar como loca y eso despertó a todo Motavita", relata la mujer.
Sin más opciones, Nohora corrió hasta la estación de Policía del municipio buscando ayuda, pues la vida de su nieta estaba en peligro.
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“Encontramos llantos, gritos de desespero de la señora que estaba teniendo la bebé, de igual forma de la abuelita y de unos niños que estaban en la residencia", explica el subintendente José Agustín Vargas, integrante de la Policía Metropolitana de Tunja.
Vargas, junto a la auxiliar de policía Xiomara Carreño, siguió, vía telefónica, las indicaciones de un médico del centro regulador de urgencias y entre los dos atendieron con éxito el parto.
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“En la residencia era muy poco lo que estaba en nuestro alcance y ubicamos unas tijeras y pues yo le corté el ombligo, limpié la niña y ayudé para que la mamá desechara la placenta", indica el subintendente.
Con la bebé en sus brazos, estos dos héroes la trasladaron, junto a la mamá, hasta un centro médico de Tunja.
Tras la ayuda en las difíciles horas que vivió, Zuly les hizo una solicitud.
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“Ella me dijo que si aceptaba ser la madrina y pues, la verdad, imposible poderme negar a la petición de ser la madrina de la pequeña", dijo feliz la patrullera Xiomara Carreño.
El llanto y la angustia se transformó en alegría y sonrisas. Ahora, en su hogar en Motavita, se espera la llegada de Lyana Isabela, la nueva integrante de esta familia.