Un gran desprendimiento de tierra mantiene restringida la vía entre Bogotá-Guateque-Villavicencio, una de las rutas alternas por cierre de la vía al Llano. El derrumbe se presentó hace una semana en el sitio conocido como túnel Pluma de Agua.
“En el momento tenemos paso controlado a un solo carril por la caída de material. Se logró habilitar el carril izquierdo para poder dar vía en un solo sentido con controles viales en la parte de arriba y en la parte de abajo”, comentó Yilber Delgado, inspector vial.
Este derrumbe ha provocado que el movimiento vehicular sea restringido a seis horas diarias. En la zona cayeron 15.000 metros cúbicos de tierra y lodo.
Y como no para de llover, los operarios deben esperar a que frenen las precipitaciones para retomar el trabajo de la maquinaria pesada.
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Entretanto, los usuarios de la vía alterna deben llenarse de paciencia para poder pasar a uno de los dos lados, incluso dentro de los túneles. En el caso de los pasajeros o buses, los costos incrementan.
“Estaba en $43.000 de Acacías a Bogotá, pero por esta vuelta vale más, quedó en $83.000”, comentó un viajero.
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Mientras llueva, el paso será restringido en esta, una de las principales vías alternas a Villavicencio.
Vía alterna para conductores de carga
Conectarse con los Llanos de Colombia es para muchos conductores una necesidad que no les permite aplazar su viaje. Las carreteras de Boyacá concentran el paso de muchos de ellos, que sin importar las horas que se suman a su camino, emprenden el largo viaje tras la emergencia en Quetame, en la vía al Llano.
“Venía entrando a Bogotá, esperé todo el día para ver si de pronto daban vía, pero pues ya al ver que no había solución, entonces, me tocó arrancar por este lado”, contó Héctor Daniel Alarcón, conductor de tractomula.
A lo largo del trayecto muchos los animan a seguir, pero ahora hay más preocupaciones, pues por tomar la ruta Bogotá-Sogamoso y así salir a Casanare y finalmente al Meta, son más horas de camino y menos horas de descanso.
“Voy para Cumaral, Meta, por ahí unas 3 horas más o menos me gastaba de Bogotá. Y pues por este lado, desde que no haya trancón, por ahí unas 15 horas más o menos”, dijo el conductor.
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La vía del Cusiana se convirtió en la única donde los vehículos con más de 30 toneladas pueden transitar ante el cierre de la principal vía al Llano, pero allí la lluvia tampoco cesa.
“La situación en este momento es tenemos cierre total en el kilómetro 83+600 sector Quebrada Negra, municipio de Pajarito, debido a las fuertes lluvias y está cayendo lodo con material de piedra sobre la calzada”, señaló el intendente jefe Henry Salcedo, comandante del grupo de reacción e intervención de la Policía de Boyacá.
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Por ahora, dicen estos intrépidos del volante, no queda otra cosa que llenarse de paciencia.
“Complicado porque nosotros nos devolvieron desde que íbamos por Villavicencio y nos devolvieron por este lado y mire, estamos en el mismo problema. Siempre los derrumbes, que cuando no es el derrumbe es la quebrada”, expresó Óscar González, conductor afectado.
La movilidad de carga pesada por esta carretera ha aumentado en más del 30%, cifra que con el paso de los días crecerá.
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