Dos policías que patrullaban por el barrio Girardot, en Bucaramanga, narraron cómo se encontraron con una motociclista que les rogó que le ayudaran a salvar a su hija de 3 años, Emma,
que se encontraba inconsciente.
Ana María Navarro, abuela de la menor, narró que sus “hijos la iban sacando para llevarla a la clínica, pero que ellos no sabían cómo reaccionar, cómo reanimarla”.
Fue entonces que se encontraron en el camino con los patrulleros Julián Urrego y Sebastián Díaz, de la Policía Metropolitana de Bucaramanga.
El uniformado Díaz dijo estar agradecido por “llegar en ese momento exacto, donde la ciudadanía nos necesita, poderle prestar los primeros auxilios, poderla trasladar al centro asistencial más cercano”.
Urrego, por su parte, contó que cuando le prestó los primeros auxilios a la niña “como padre de familia pensé en mi hija”.
Reconoció que fue “un momento de adrenalina, pero también de mucho autocontrol, y pues eso hice en ese instante porque los padres también y la comunidad estaban bastante desesperados”.
Cuando Emma empezó a volver en sí, uno de ellos, con la menor en brazos, se subió a un carro particular que pasaba por esa calle de Bucaramanga para que lo llevara a la clínica. Su compañero los escoltó y les dio vía para llegar lo más pronto posible.
"Central, para su conocimiento a la base, llevamos a bordo a una ciudadanía, una niña en brazos, tiene como un ataque, el compañero la está reviviendo", dijo uno de ellos por el radio en esa carrera contra la muerte.
El doctor Óscar Franco Plata, gestor hospitalario del HUS, informó que la menor
“llegó en un estado postictal, con un estatus convulsivo, con relajación de esfínteres, estaba bastante somnolienta”.
Por la hazaña de los uniformados, los médicos actuaron a tiempo y Emma abrió sus ojos de nuevo.
“Gracias a ellos que la reanimaron primero allí, ella pudo llegar a tiempo y en la clínica hicieron su trabajo también”, aseguró la abuela de Emma.
El doctor Plata indicó que la niña tuvo “un tiempo muy largo de convulsión, alrededor de 15 minutos, y pues en estos casos hay que liberar la vía aérea para evitar que el paciente broncoaspire”.
Los dos uniformados y el conductor del vehículo se convirtieron en ángeles para Emma y su familia.
“Me siento orgulloso de ser policía, me siento orgulloso de salvar vidas, me siento orgulloso de servirle a la comunidad”, manifestó el patrullero Díaz.
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