Una organización criminal conformada por dos uniformados que sacaban armas de unidades policiales y las vendían a las disidencias de las FARC fue desmantelada por la Fiscalía. Los capturados negociaban por día hasta 40 armas largas.
Tres hombres, dos de ellos policías y judicializados el pasado fin de semana, son señalados por la Fiscalía de vender el armamento de largo alcance a las disidencias de las FARC al mando de alias ‘Mayimbú’.
“Uno de los uniformados era, al parecer, el encargado de conseguir el material de guerra como ametralladoras y municiones en diferentes cantones militares para entregárselo a su compañero, que coordinaba con un sujeto, un particular, denominado alias ‘el Grande’ y que responde al nombre de José Napoleón Viera”, indicó Carlos Roberto Izquierdo, director especializado contra las organizaciones criminales de la Fiscalía.
De acuerdo con Izquierdo, José Napoleón Viera, "al parecer, era el hombre de confianza del cabecilla de la organización Carlos Patiño de las disidencias de las FARC".
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La investigación de la Fiscalía permitió establecer que:
El uniformado Juan Manuel Hurtado Altamirano era quien conseguía los fusiles, ametralladoras y municiones en sedes militares del suroccidente del país o en el mercado clandestino y se las entregaba a su compañero, el otro policía, Wilton Sevillano Montaño, encargado de coordinar el traslado vía terrestre al punto donde lo indicaran las disidencias.
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Las pesquisas también dieron cuenta de que esta red negociaba desde un fusil diario hasta 40 armas largas tipo Galil R15 y M16, así lo dejaban entrever en sus comunicaciones telefónicas:
Disidente: Mi tío me preguntó que si los repuestos son chinos o de dónde son.
Patrullero: No, mijo, dígale que, mejor dicho, dígale a su tío que eso lo saca el papá de la contingencia.
Disidente: Ah, ya.
Patrullero: Es que yo trabajo con un señor de allá, con él nos vamos a reunir cuando yo ya hable con su tío.
Disidente: Pues para que no saque repuestos chinos porque no, porque es que los chinos...
Patrullero: No, dígale que vuelva a ver. Que qué chino ni que chino, usted sabe con quién trabajo yo.
Incluso para negociar las municiones, hablaban en lenguaje cifrado.
Patrullero: dígale que hay como unas 7.000 pastas.
Disidente: ¿cuánto vale?
Patrullero: 7.000 pastas a 10.000, dígale que si le sirve.
Disidente: ¿a 10.000 cada una?
Patrullero: Sí, o sea que las 40 salen en punto dígale que en 10.000
Disidente: listo, bueno pues
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Los tres capturados fueron judicializados por los delitos de concierto para delinquir y fabricación, tráfico y porte de armas. Ninguno aceptó los cargos.