Juana Bautista Aritama nació el 24 de junio de 1908, el día de San Juan Bautista, y fue bautizada en honor al santo.
Desde que nació ha vivido sus 112 años en Gaira, Santa Marta.
Gaira es un barrio muy cerca al mar, ubicado a escasos siete kilómetros del centro histórico de Santa Marta y que ahora se quiere mostrar al mundo como la cuna de la longevidad.
Y es que Gaira tiene algo particular: no pasa de los cinco mil habitantes y allí conviven tres personas centenarias como Juana, pero ¿dónde está el elixir de la longevidad?
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“Esta es una población donde su gente tradicionalmente ha estado en contacto con el mar, ha estado en una tranquilidad y pasividad en sus condiciones medioambientales, eso es un factor importante para que un grupo de personas pueda presentar aspectos de longevidad”, señala Gilberto Orozco, biólogo genetista e investigador.
Tal y como lo certifica su cédula de ciudadanía, doña Juana nació casi cuatro años antes del naufragio del Titanic, ha conocido la barbarie y desenlace de dos guerras mundiales, de varias pandemias y ha sido testigo del desfile por la Casa de Nariño de 30 presidentes.
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Aunque nunca fue a la escuela porque por ese entonces no existían, ella se las ingenió para aprender a leer y a escribir con ayuda de un señor que le enseñó en casa.
Un anillo que aún luce en su mano representa el compromiso que desde los 19 años tuvo con el único amor de su vida: su esposo José Rosario Fuentes.
Además del amor, la alegría y las ganas de vivir, esta matrona se revitaliza día a día comiendo su fruta favorita: el mango.
Para ella el elixir de la vida está en la alimentación y en que nunca probó una gota de licor.
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Son 112 años de historia, de trabajo duro, de amor y fidelidad, pues solamente se casó una vez en su larga vida.
Más que ser la mujer más vieja de Colombia, es un ser humano lleno de amor, alegría, bondad y compasión.