La labor de más de 300 hombres de distintos organismos de socorro fue clave para lograr apagar el incendio forestal en el Páramo de Berlín, en Santander. Cinco cuerpos de bomberos trabajaron sin descanso, con el apoyo de la comunidad, para salvar el que es considerado uno de los tesoros de los santandereanos.
Don Orlando Peña lleva toda su vida caminando el Páramo de Berlín y por eso habla con autoridad del terreno: “es la mejor agua de todo nuestro territorio”.
En el Páramo de Berlín, el terreno que tiene incontables nacimientos de agua contrasta con las cenizas.
“Siento tristeza de ver nuestro páramo así, acabado, es una pérdida inmensa para Santander”, dice Metodio Merchán Vargas, habitante de Berlín.
Fueron miles de frailejones los que se quemaron y los habitantes del sector alertan que el número de hectáreas arrasadas por el fuego superan las 500.
Los expertos recuerdan que los páramos son las fábricas de agua por excelencia y, aunque ahora no lo notemos, el daño para futuras generaciones ya está hecho.
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“Al alterarse dos componentes muy importantes, como son la cobertura vegetal y los suelos, se rompe el equilibrio en el funcionamiento fisiología de los páramos, afectándose la producción de agua en calidad y cantidad”, explica Erwing Rodríguez Salah, líder en defensa de los páramos.
Expertos ya comenzaron a valorar el daño en la zona y ahora realizarán una valoración detallada del daño ecológico para proponer las medidas de restauración.
El gobernador de Santander, general (r) Juvenal Díaz, informó que son más de mil las hectáreas afectadas por los incendios que han azotado el departamentos los últimos días.
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