Un grupo de disidentes de las FARC llegó hasta la alcaldía de Tibú, en Norte de Santander, en la tarde del jueves 14 de julio y lanzó arengas sobre su accionar en el Catatumbo, asegurando que supuestamente protegerían a la población.
Luego caminaron hacia la calle y saludaron a algunos habitantes. El hecho ocurrió a escasas cuadras de la estación de Policía.
Poco después llegaron miembros del Ejército y la Policía y aseguraron que harán controles para evitar que acciones como estas se repitan.
“El comando de la segunda división del Ejército Nacional dispuso de reforzamiento de tropas con el único propósito de impedir que los bandidos del GAOR 33 suplanten la identidad de nuestra Policía Nacional a salir en este municipio, frente a la Alcaldía. Las tropas continuaremos las operaciones ofensivas en el área base donde están los bandidos del GAOR 33 y los neutralizaremos en combate”, recalcó el general Ómar Sepúlveda, comandante de esa unidad.
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El ministro de Defensa, Diego Molano, calificó de “inaceptable la presencia de disidencias de las FARC en Tibú. He dado la orden al Ejército y la Policía de Colombia de ejecutar de inmediato una operación que consolide la seguridad en este municipio. La fuerza pública debe estar en ofensiva permanente en Catatumbo”.
Es la segunda vez que se presenta una situación así con las disidencias de las FARC en el municipio de Tibú, pues a principio de mes los delincuentes llegaron a un billar para requisar a los civiles.
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Mientras Tibú enfrentaba esta situación de orden público, en Teorama se registraron fuertes enfrentamientos en el casco urbano. La comunidad, temerosa, se refugió en sus hogares para no quedar en medio de las balas.