Al director de la Policía Nacional, general Jorge Luis Vargas, se le quebró la voz al recordar a los 36 uniformados que han sido asesinados en Colombia en medio del plan pistola ordenado por el criminal Clan del Golfo.
“Su sueño era vestir el verde oliva, hoy el azul, y la mamá lo abraza a uno, abraza al comandante… es imposible… es imposible…”, dijo sin poder contener el llanto y darse unas palmadas en el pecho para intentar recuperar el aliento.
El director de la Policía habló tras la ceremonia que se realizó en el centro religioso de la institución, en Bogotá, y que fue presidida por el obispo Víctor Manuel Ochoa.
En la eucaristía se hizo un minuto de silencio por los 36 héroes que han sido asesinados en lo corrido del 2022.
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La iglesia castrense y la cúpula militar se unieron para rendirles un homenaje a estos hombres y mujeres, y a sus familias, con quienes se solidarizó el ministro de Defensa, Diego Molano.
“Como nación rodeemos y respaldemos a cada uno de los 400.000 hombres de nuestra fuerza pública, policías y soldados en todo el país”, pidió el funcionario a los colombianos.
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Según el comandante de las Fuerzas Militares, general Luis Fernando Navarro, los delincuentes están asesinando a los uniformados para “aliviar presión por las operaciones que en estos momentos estamos desarrollando en las áreas bases contra alias ‘Siopas’, alias ‘Chiquito Malo’ y alias ‘Gonzalito’”.
Pero lanzó una advertencia: “Vamos a seguir allá buscándolos en esa zona y no vamos a lidiar presión en absoluto, no vamos a desajustar dispositivos, por el contrario, vamos a continuar fortaleciendo las operaciones en el Urabá antioqueño”.